5 consejos para preparar y cuidar los cultivos de otoño
En esta estación, la luz, la temperatura y la humedad no son las mismas que en otros momentos del año. Y, como sabemos, son de los factores más influyentes en el desarrollo de cualquier especie vegetal. No en balde, tras el equinoccio de otoño los días comenzarán a hacerse más cortos, habrá menos horas de luz y esto influirá de manera importante en la fotosíntesis de las plantas.
También habrá un descenso de la temperatura y abundará la lluvia, con el consiguiente incremento de la humedad. ¿Pros y contras? La humedad beneficia al cultivo tras la sequía del verano pero también propicia que proliferen las enfermedades fúngicas.
¿Nuestros 5 consejos para preparar y cuidar los cultivos de otoño? Ahí van.
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- Comienza por la poda. Es la época ideal para podar árboles, arbustos, frutales… siempre y cuando la planta esté vigorosa. Al retirar las partes más deterioradas, no afectamos tanto a la captación de sustancias nutritivas. Ten en cuenta que la fortaleza de la planta está ahora concentrada en raíz y tronco o tallo.
- Si vas a sembrar, elige las especies adecuadas. Hay cultivos especialmente aconsejables en esta época, porque aguantan mejor las condiciones otoñales. Brócoli, calabaza, canónigos, col, coliflor, espinacas, habichuelas, lechuga, nabos, patatas, rábanos, remolacha, zanahoria… Son algunos de los productos que puedes preparar y cuidar en otoño. Es fundamental para lograr un buen cultivo.
- Conviene asegurar la temperatura del suelo. ¿Cómo? Para evitar el impacto del viento en la temperatura de nuestro cultivo, podemos optar por pequeñas tapias de mampostería o cañas. Crearemos un ‘microclima’ que favorecerá el crecimiento del cultivo sin grados de menos.
Y para evitar un exceso de humedad que propicie enfermedades, tampoco olvides eliminar el exceso de agua de condensación que puede producirse por las noches. También es recomendable espaciar los riegos.
- También es momento de los abonos verdes, cultivos que ayudan a recuperar nuestros suelos a modo de fertilizantes naturales. Se trata del cultivo de leguminosas como habas, lentejas o garbanzos o de hortalizas como la rúcula o el rabanito que ayudan a fijar el nitrógeno al suelo gracias a su relación simbiótica con un tipo de bacterias.
Sus ventajas: fortalecen la estructura del suelo con sus raíces, incrementan los microorganismos del suelo, aumentan la cantidad de materia orgánica y fijan el nitrógeno atmosférico.
- Al ser un tiempo de cambios, conviene asentar los cultivos previos y preparar el campo para lo que exige la nueva estación. Esto también implica prestar atención a la prevención y estar atentos a posibles problemas, como enfermedades o plagas, que no nos abandonan en otoño.
Por eso, nuestras recomendaciones son:
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Procurar soluciones fitobióticas a hortalizas y frutales con la periodicidad que recomiende cada producto.
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Prestar atención a las enfermedades más frecuentes, como Oidio, Mildiu, Moteado, Necrosis apical…
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Mantener el control de las plagas, que también prosiguen su actividad en esta estación, como la mosca blanca, la araña roja o la mosca de la fruta.
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