5 tratamientos indispensables para los cultivos en primavera
Ha comenzado ya la primavera. Una estación especialmente importante para los profesionales de la agricultura, que saben que es un momento en el que la actividad vegetal es intensa y la meteorología genera incertidumbre. Por eso, como ya hemos hecho en otras ocasiones desde nuestro blog, hablamos de 5 tratamientos y atenciones indispensables para los cultivos en primavera.
Tratamientos foliares
El uso de productos bioestimulantes a través de las hojas no es casual. Y más en esta época del año. A veces el suelo no es la mejor vía para aportar a nuestras plantas y árboles los nutrientes que necesita. Y la primavera es una estación esencial en el desarrollo de ciertos cultivos, como el olivar, que, de no tener una nutrición adecuada, puede tener un mal cuajado del fruto o incluso la pérdida de la flor. ¿Qué conseguimos con estos tratamientos foliares en primavera?
- Aportar los nutrientes adecuados para complementar la fertilización radicular y asegurar, así, el crecimiento vegetativo y la floración.
- Mejorar la floración, fundamental para que nuestros cultivos tengan un rendimiento bueno.
- Y propiciar el cuajado del fruto, reducir las posibles pérdidas de éstos y, por tanto, mejorar la resistencia de los cultivos en un momento tan importante pero no ello menos vulnerable.
El aporte radicular de nutrientes en la floración
La primavera, como todos sabemos, es la época de la floración. Por eso, en cuanto se activan los nuevos brotes de nuestros árboles o plantas, también lo hacen las raíces. Con el aumento de las temperaturas y la mayor incidencia de la luz, nuestros cultivos están preparados para su momento. Pero también necesitan de una atención especial en cuanto a aplicación y corrección de nutrientes. Y es que cada nutriente tiene un papel, muy relacionado con la floración primaveral y el posterior cuajado del fruto.
¿Los más importantes?👇
Estimula la brotación y el rendimiento del cultivo.
Aporta energía a la planta y productividad al cultivo a largo plazo.
Es esencial durante todo el desarrollo de la planta.
Es un elemento importantísimo en la división celular y, por tanto, en la floración y el cuajado de los frutos.
Más calidad en los productos con la aplicación de bioestimulantes
Junto a la correcta nutrición durante la floración, el uso de bioestimulantes puede mejorar la calidad de las flores y favorecer un mayor número de frutos. En la prefloración su aplicación puede ser crucial para estimular la calidad de las flores.
Gracias a los aminoácidos o a las cualidades que proporcionan las algas marinas podemos lograr un equilibrio fenológico de frutales y hortalizas. Y conseguir un polen de mayor calidad entre otras cosas. Además, es importante sumarles otros macronutrientes como el calcio o el boro y micronutrientes como hierro o zinc. Así incidimos en la floración y calidad de frutos que llegarán en su momento.
Control de plagas y enfermedades propias de la estación
Hongos, insectos, ácaros… las plagas a las que se enfrentan nuestros cultivos en primavera son evidentes. Las temperaturas suaves, la humedad ambiental y las condiciones atmosféricas propias de estos meses favorecen la germinación y el crecimiento. Pero también propician plagas y enfermedades que, si no son tratadas a tiempo, pueden dar al traste con una buena cosecha. Como se suele decir, más vale prevenir.
Por una parte, tendremos que estar muy pendientes de la aparición de insectos, aletargados durante el invierno y ahora preparados para la eclosión de sus huevos.
Mención especial merecen los ácaros, que suelen aparecer en muchos cultivos en primavera y que hacen estragos en el verano. Hablamos de la araña roja y otros ácaros muy perjudiciales en cultivos como los frutales.
Y como no hablar del oídio, el mildiu… y otros hongos muy habituales en las primaveras, cuando comienza a haber cierto grado de humedad. Por eso, detectada la amenaza, aplicar algunos fitobióticos y biofertilizantes residuo cero es primordial para evitar consecuencias futuras.
Podar y acolchar dónde y cuándo hace falta
Además de la atención de los cultivos con la aplicación de insumos cuando hace falta, existen otros ‘tratamientos’ o cuidados que podemos darle para solventar otras necesidades. Son cuestiones que, sin duda, también interfieren en algo tan importante como el crecimiento vegetativo.
La primavera es, por ello, buen momento para podar donde sea necesario. Es nuestra forma de sanear árboles y plantas de todo el material que puede perjudicar el crecimiento. Y, al mismo tiempo, orientar ese crecimiento de la forma más adecuada. ¿El resultado? Un crecimiento más vigoroso que beneficiará al rendimiento de nuestro cultivo.
En algunos frutales y otras especies también la primavera es perfecta para proteger las raíces más cercanas a la superficie y mantener la humedad del terreno. ¿Cómo? Mediante técnicas de acolchado o mulching favorecemos a la microbiota beneficiosa del suelo.