Biotecnología: la clave para dar soluciones a una agricultura sostenible
La biotecnología ha llegado al ámbito de la agricultura para quedarse. Desde hace años, las empresas que nos dedicamos a elaborar productos para solucionar los problemas más comunes a los cultivos hemos ido incorporando departamentos de I+D para sumar esta herramienta innovadora a nuestros protocolos de trabajo. La biotecnología agrícola nos permite abordar los desafíos alimentarios globales -como la seguridad alimentaria-, aumentar la productividad y mejorar la sostenibilidad de un sector económico primordial.
LA CLAVE PARA DAR RESPUESTAS A LOS RETOS ACTUALES DE LA AGRICULTURA
¿Y por qué decimos que la biotecnología agrícola es la clave en estos momentos? Porque los datos exponen claramente la magnitud de los retos que ha de afrontar la agricultura del planeta de forma urgente.
Según el informe anual de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de 2023, los desastres medioambientales causan unas pérdidas de unos 123.000 millones de dólares al año, lo que supone el 5% de toda la producción mundial y, por otro lado, los daños provocados por la acción de plagas, enfermedades y otras amenazas agrícolas en los cultivos generan alrededor de un 40% de pérdidas anuales en términos de productividad de las cosechas a nivel global.
Frente a esta realidad, los avances científicos aplicados a la agricultura permiten acelerar los procesos de mejora vegetal para enfrentar el reto de plagas y enfermedades que llegan o aparecen con mayor rapidez debido a la globalización y al cambio climático. Y empresas como MAFA hemos ido incorporando departamentos de I+D+i y aumentando la inversión en investigación precisamente por ello. Porque somos conscientes de que la biotecnología nos permite aportar soluciones a una agricultura que ahora más que nunca necesita ser sostenible. No obstante, y de la misma manera que el sector de la innovación en los productos agrícolas ha ido mejorando y optimizando resultados rápidamente, es esencial que, con esa misma velocidad, se propicie un marco regulatorio estable y alineado con los intereses y necesidades de la agricultura presente y futura.
4 datos a tener en cuenta sobre la biotecnología
PRODUCCIÓN ALIMENTARIA SOSTENIBLE Y DE CALIDAD
Ese es uno de los motivos por los que el trabajo biotecnológico es clave y prácticamente imprescindible, ya que permite una agricultura sostenible y respetuosa con el medioambiente, a la vez que mejora la calidad de los alimentos.
¿Cómo? Con formulaciones que mejoran la resistencia de las plantas tanto a ataques de patógenos y plagas como a las altas temperaturas, la salinidad o la sequía. Y, por otro, contribuyen a producir alimentos con mayor valor nutricional y más sostenibles, al ser su producción compatible con su entorno y generar el menor impacto posible.
De hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) considera estratégica la biotecnología para cubrir la demanda alimenticia de una población creciente, algo que ya hemos mencionado en otros de nuestros posts.
En el caso de MAFA estamos centrando buena parte de nuestro trabajo en desarrollar productos que mejoran la absorción de nutrientes, el desarrollo radicular y control de fitopatógenos gracias al uso de microorganismos con propiedades promotoras del crecimiento vegetal (los llamados PGPR).
REFORMULAR EL SISTEMA AGROALIMENTARIO
Los expertos no dejan de insistir: urge la transición hacia un sistema alimentario más sostenible. Hay que reformular el sistema agroalimentario para que, desde la sostenibilidad y la protección ambiental, se pueda aumentar la productividad, reducir los costes, generar innovaciones y mejorar los cultivos.
Y somos muchos los que consideramos que las soluciones biotecnológicas aplicadas al campo permitirán alinear los objetivos de sostenibilidad con la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria y la asequibilidad de los alimentos. La realidad del planeta es muy diversa, pero la alimentación básica no puede quedar comprometida.
CONSERVAR LOS RECURSOS
Es otra cuestión a la que hace frente a biotecnología agrícola. Toda la investigación que se desarrolla -en gran parte basándose en la producción de probióticos y prebióticos de uso agrícola- está centrada en la mejor conservación de los recursos naturales. El objetivo es que los cultivos requieran menos agua, nutrición externa y productos de control fitosanitario y, de este modo, sean más resilientes.
En MAFA, por ejemplo, hemos potenciado en los últimos tiempos nuestro laboratorio y sus investigaciones biológicas, aplicando microorganismos vivos o sustancias obtenidas de estos para mejorar la resistencia de los cultivos a posibles focos de estrés biótico y abiótico. También aplicamos la biotecnología a formular soluciones que mejoran la salud de los suelos, porque en ellos está la clave de una agricultura productiva y sostenible.
ALCANZAR LOS OBJETIVOS DE SOSTENIBILIDAD DEL PLANETA
Es evidente que el planeta tiene ante sí ciertos objetivos irrenunciables y urgentes. Son retos que se han de alcanzar si queremos una sociedad realmente justa y un equilibrio en cuestiones tan imprescindibles como la alimentación de las personas y la conservación del medio ambiente.
Y es en la consecución de estos objetivos donde el trabajo biotecnológico aplicado a la agricultura se hace importante y necesario. Sin ir más lejos la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible plantea que estamos en un momento crítico y al mismo tiempo clave para impulsar modelos económicos más sostenibles para el futuro a la humanidad. Son retos ante los que la biotecnología ofrece soluciones. De hecho, según la FAO en los próximo años será necesario aumentar la producción de alimentos en un 50% en la misma superficie agrícola de la que disponemos actualmente.
También el Pacto Verde de la Comisión Europea tiene entre sus objetivos que Europa sea el primer continente neutro en carbono para el año 2050. Y para ello es clave la innovación en el sistema de producción de alimentos que permiten las biosoluciones para la agricultura.