Cómo hacer un pequeño huerto urbano en casa durante la cuarentena
En plena cuarentena, saber cómo hacer un pequeño huerto urbano en casa puede ayudarte no sólo a criar alimentos orgánicos sino a entretenerte y mantener tu mente y tu cuerpo activos. Los huertos urbanos no requieren de muchísimo espacio. Con que cuentes con una pequeña terraza o balcón donde ubicar algunas macetas, un bancal de cultivo o un recipiente casero a modo de semillero, es más que suficiente. Así que nos ponemos manos a la obra:
- Necesitamos un bancal o macetero, un espacio que sirva como nuestro terreno de cultivo. Puedes prepararlo con unas macetas y tierra de cultivo. o incluso usando recipientes reciclados, como botellas de agua cortadas por la mitad (con orificios por abajo). Cualquier recipiente (tipo huevera gigante) con varios huecos te puede servir de semillero, aunque, si dispones de más espacio, un bancal con varias ‘mini parcelas’ es más adecuado para que el cultivo disponga de espacio durante el crecimiento.
- Con el bancal de tierra preparado, tu huerto urbano necesita ser fertilizado. Si no tienes biofertilizantes o bioestimulantes en casa, sólo necesitas de tus desechos orgánicos, como cáscaras de huevo, restos de patatas, verduras o frutas… Para hacer compost casero puedes:
- Poner la basura orgánica sobre una base de tierra pareja, humedecerla y cubrirla con un plástico para que fermente.
- Poner los desechos sobre una base de tierra y cubrirla con otra capa de tierra, tapar el recipiente y dejarlo así por una semana. Después, podrás usar este compost como fertilizante para tu huerto urbano.
- Una vez llegados a este punto, necesitas decidir qué tipo de plantas vas a cultivar en tu huerto urbano. Elige bien según el espacio del que dispongas en tu hogar. Si no tienes en casa, puedes encontrar semillas de todas ellas por Internet:
- Plantas pequeñas: rábano, zanahoria, cebolla, lechuga…
- Grandes: col, berenjena, pimientos…
- Verticales: tomate, pepino…
- Sitúa tu huerto casero en un lugar donde haya luz solar no directa. Puedes poner una especie de techo traslúcido (un plástico puede servir) que deje pasar el calor y los rayos del sol. Así tus plantas -y tus hortalizas- crecerán fuertes.
- Para regar tu huerto urbano de forma eficiente puedes utilizar una botella pequeña de plástico llena de agua, le haces orificios y la hundes de cinco a diez centímetros. Así la tierra se humedecerá por goteo. Piensa que, tras la siembra, debes humedecer la tierra con frecuencia. La temperatura ideal para que germinen las hortalizas es de entre 16 y 25 grados. Si solo contamos con cuatro o cinco macetas, lo ideal es regarlas de manera manual, con ayuda de una regadera para evitar el desbordamiento de tierra y la pérdida de nutrientes.
Lo importante ahora es disfrutar de tu casa, de tus plantas y de aficiones que quizá antes no habías intentado. Mucho ánimo en estos días y, por supuesto, piensa siempre en soluciones naturales. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.