Probióticos para las plantas, ¿qué tipos hay y para qué sirven?
Seguimos desde nuestro blog hablando del uso de microorganismos para mejorar las funciones vitales de las plantas. En este caso tratamos específicamente la utilidad de los probióticos para las plantas, bioformulaciones que, según su tipología, tienen unas u otras funciones y utilidades.
Para nuestro equipo de microbiología está abriéndose en los últimos tiempos un amplio abanico de nuevas posibilidades mediante el uso de microorganismos. Pero empecemos por recordar qué son los probióticos según el Consejo Europeo de la Industria de Bioestimulantes (EBIC). Según este organismo, son sustancias y/o microorganismos que, aplicadas a plantas o a la rizosfera, estimulan los procesos naturales, mejorando/beneficiando la absorción de nutrientes, la eficiencia nutricional, la tolerancia al estrés abiótico y la calidad del cultivo.
Los probióticos de plantas también son denominados microorganismos promotores de crecimiento vegetal o, en inglés, Plant Growth Promoting Microorganisms (PGPM). Y para ser considerados como tales han de:
- No invadir los tejidos internos de la planta.
- Poder colonizar la superficie de la raíz.
- Alcanzar una elevada concentración microbiana en la rizosfera.
- No afectar al hombre ni a otros microorganismos beneficiosos.
Estos microorganismos, generalmente bacterias y hongos presentes de manera natural en el suelo o dentro de la raíz, ayudan a la producción de fitohormonas naturales y a mejorar la absorción de nutrientes.
- Los probióticos bacterias más comunes en el suelo son Bacillus, Pseudomonas, Azotobacter, Serratia y Azospirillum.
- Y los hongos más comunes son Trichodermas y hongos micorrícicos, Gigaspora y Rhizophagus.
TIPOS DE PROBIÓTICOS Y FUNCIONES
Probióticos biofertilizantes
Es una de las mejores funcionalidades de usar microorganismos beneficiosos para plantas y árboles. ¿Razones?👇
- Mejoran la capacidad de la planta para captar nutrientes y, por tanto, logra un mayor crecimiento y mayor productividad del cultivo.
- Tienen un menor impacto medioambiental y económico que otros insumos.
- Al ser productos residuo cero, generan alimentos saludables para las personas. Los probióticos aplicados a nuestros cultivos mejoran las propiedades nutritivas de los vegetales y frutos. Por ejemplo, se han percibido mejores niveles de carotenoides o de metabolitos secundarios como flavonoides y otros compuestos fenólicos con función antioxidante.
Entre las cualidades que hacen de los probióticos unos magníficos biofertilizantes están ⬇️
Ciertos microorganismos facilitan la asimilación del nitrógeno (N₂), al convertirlo en una molécula disponible metabólicamente. Los probióticos lo fijan en formas más asimilables para la planta.
Algunas bacterias del suelo -como las Azotobacter, Pseudomonas y Rhizobium– son capaces de movilizar el fósforo, ayudando a que las plantas lo absorban.
Bacterias de los géneros Chryseobacterium y Pseudomonas tienen capacidad de producir sideróforos, que son moléculas cuya función principal es la captura del ion férrico. Los sideróforos secretados por hongos y bacterias pueden suministrar hierro a la planta, favoreciendo tanto el crecimiento como la germinación de la planta.
Algunos microorganismos también contribuyen al crecimiento, la división celular o la extensión de la raíz de la planta al producir fitohormonas como las auxinas o las giberelinas.
Probióticos biocontroladores
Los microorganismos también ejercen una función de biocontrol, al proteger a la planta de forma inespecífica de los efectos de los patógenos y del estrés abióticos.
¿Cómo? Mediante mecanismos como👇
- La competición. Microorganismos como la bacteria Pseudomonas fluorescens evitan la proliferación de fitopatógenos en la rizosfera mediante la competición por los nutrientes.
- La Resistencia Sistémica Inducida. Los probióticos pueden favorecer lo que se denomina la ISR, es decir, mecanismos de resistencia a fitopatógenos e insectos dependientes de hormonas vegetales.
Probióticos con funciones fitosanitarias
Pues efectivamente. Los microorganismos también secretan sustancias que ayudan al control de plagas y enfermedades en los cultivos, como👇
- Enzimas hidrolíticas, con las que las plantas son capaces de hacer frente a determinadas infecciones fúngicas.
- Cianuro de hidrógeno (HCN), un metabolito secundario producido por algunas rizobacterias para evitar el crecimiento de las malas hierbas. También tiene cualidades antifúngicas.
- Antibióticos. Por ejemplo, las bacterias pseudomonas son capaces de producir ácido pseudomónico (que inhibe la síntesis de proteínas bacterianas) y las del género bacillus generan la subtilina (que actúa sobre la pared de los hongos).
Por todo ello, para el equipo de MAFA es una prioridad la investigación y el estudio, para formular probióticos que:
- Faciliten el crecimiento de los microorganismos promotores de crecimiento vegetal (PGPM).
- Incrementen la viabilidad microbiana en buenas condiciones fisiológicas.
- Tengan una buena adhesión a la estructura de planta.
- Tengan una alta capacidad de tamponamiento del PH.
- Y, como no, no generen residuos. Es decir, se ajusten a la agricultura residuo cero.