Cómo la I+D optimiza la aplicación de los bioestimulantes en la agricultura

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La tecnología aplicada a las semillas, la protección de los cultivos y la agricultura en general ha llegado para quedarse. Por eso la investigación, el desarrollo y la innovación, esa famosa suma del I+D+i, es fundamental para lograr productos que respondan a los nuevos retos del sector y a las nuevas demandas de la sociedad.

En MAFA siempre hemos estado preocupados por el medio ambiente y desde hace años hemos enfocado nuestra estrategia hacia la sostenibilidad, basándonos en un continuo trabajo de investigación y desarrollo de productos residuo cero. Porque para nosotros es fundamental que no haya toxicidad en las soluciones para el campo. Con biosoluciones y cero residuos, logramos la salud vegetal y, en consecuencia, la excelencia alimenticia que los profesionales de la agricultura quieren para sus cosechas.

En nuestro equipo de agrónomos y agrónomas sabemos que la fertilización sostenible y el uso de bioestimulantes basados en soluciones naturales contribuye a una producción agrícola eficiente y responsable en todos los sentidos. Y bien, ¿cómo la I+D optimiza la aplicación de los bioestimulantes en la agricultura? Vamos a ello.

Más eficiencia sin afectar al rendimiento

Gracias a la investigación, la agricultura convencional ha evolucionado y está evolucionando de forma exponencial hacia un nivel de profesionalización avanzado. En ese nuevo escenario del sector, el uso de soluciones nuevas, más eficaces y más respetuosas con el medio ambiente, permiten incrementar la eficiencia de los insumos  y, por tanto, cuidar los cultivos sin afectar al rendimiento.

Por eso, teniendo en cuenta que hablamos de algo tan importante en las plantas como su nutrición, su salud, el uso de bioestimulantes es una de las fórmulas más interesantes y positivas para el campo. Las investigaciones están demostrando el impacto positivo que estos productos tienen en situaciones de alto estrés y exigencia ambiental.

Soluciones a medida

Es otra de las ventajas de la investigación y el desarrollo de productos específicos, cada vez más perfeccionados. Teniendo en cuenta que existen condiciones de estrés y fases de cultivo diferentes, dar una solución global puede ser un error. Y ahí es donde la I+D está logrando una alta especificidad de formulaciones bioestimulantes, estudiadas y mejoradas por nuestro departamento de biotecnología. Gracias a la tecnología y a la experiencia -ahí está nuestra sección de ensayos agrícolas– nos permiten responder mejor a cada situación y conocer casi al detalle la causa por la que se produce el beneficio de cada sustancia sobre el cultivo.

Activación de los procesos naturales de la planta

La innovación y la I+D es la mejor estrategia para afrontar con garantías el reto que tenemos por delante: producir alimentos suficientes en condiciones favorables para la preservación del medioambiente y la biodiversidad. Es decir, la aplicación de la I+D a la agricultura, en este caso a través de la formulación de bioestimulantes, contribuye al equilibrio entre rentabilidad y sostenibilidad. Porque todos queremos una agricultura tan rentable como respetuosa con nuestro entorno.

Las sustancias naturales y microorganismos que utilizamos al formular los bioestimulantes agrícolas activan los procesos naturales de las plantas. Y de esta forma:

  • aceleran la asimilación de nutrientes
  • mejoran las condiciones agronómicas del suelo
  • y protegen los cultivos del estrés

Las empresas que nos dedicamos a la producción de bioestimulantes y biofertilizantes hemos pasado en las últimas décadas a acelerar la investigación e innovación en torno a ellos. Eso nos permite aportar soluciones de protección y refuerzo de las plantas, muy especialmente en cultivos de alto valor añadido, como son las hortícolas, leñosos, frutales, olivo, cítricos o viña.

Enfocamos nuestras investigaciones a conseguir productos, bioestimulantes, que faciliten la adaptación de los suelos y los cultivos agrícolas al cambio climático, los haga más resistentes a las situaciones de sequía -por desgracia, cada vez más frecuentes- y favorezca el secuestro de carbono.

El objetivo de las investigaciones es siempre la sanidad vegetal, porque una planta sana se adapta mejor a los cambios climáticos que un cultivo con deficiencias. Un cultivo nutrido es siempre menos vulnerable ante agentes externos como temperaturas extremas, exceso de lluvias o sequías.

¡Biosoluciones naturales siempre en nuestra mente!😉

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